Kaprosuchus
Las mandíbulas móviles del kaprosuchus están revestidas de largos dientes defensivos que le permitían morder con violencia.
El Kaprosuchus ilustra perfectamente el significado de su nombre «cocodrilo jabalí». Gracias a su hocico reforzado, muy similar al de los cocodrilos, a los ásperos cuernos de su cráneo y a su cuerpo cubierto de gruesas escamas, podía resistir los ataques y golpes de los depredadores.
Hacía temblar a sus presas con sus larguísimos caninos que le servían de defensa. Su anatomía es ideal para correr, ya que en comparación con otros cocodrilos, sus patas traseras son mucho más largas. PAPO devuelve a la vida a este carnívoro de la familia «Mahajangasuchidae», que medía casi 8 m. De pie sobre sus patas delanteras, con la boca bien abierta, parece listo para una pelea despiadada.
Período: finales del Cretácico superior
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